Primeras impresiones de RESIDENT EVIL 5 en 11:29

Este pasado jueves día 12 de Marzo tuve la oportunidad de hacerme con una copia del esperadísimo Resident Evil 5 para PS3 (también disponible en XBox 360), tras haberme ilusionado con esta compra y sorprendido por la salida del juego un día antes de lo esperado (se tenía previsto que iba a salir el día 13), puse el disco en el lector de mi PlayStation 3 y, tras haber disfrutado del juego durante 5 horas aproximadamente, os cuento mis primeras impresiones previas al posterior análisis en profundidad del juego.



En primer lugar remarcaré los fallos del juego y es que, ciertamente, no es un Survival Horror como ya nos demostró Capcom con Residen Evil 4. Es un juego que provoca mucha tensión, a veces casi desquiciante debido a la gran cantidad de enemigos y a lo intimidados que nos vamos a sentir, y en ese sentido está muy, muy logrado, pero no nos hace pasar "miedo" propiamente dicho debido a su enfoque hacia la acción más que hacia el terror. Aún así, hay esos pequeños elementos que Capcom sabe introducir en sus juegos de forma magistral y que nos transmiten cierto "mal rollo". Tal vez sea la música, quizá los detalles en los escenarios en forma de cuerpos mutilados o sangre abundante en los lugares más inesperados (como puede ser la mesa de un comedor), la verdad es que es un "todo" que crea magistralmente Capcom para ponernos perfectamente en la piel del protagonista ( o protagonistas en este caso).



El caso es que es un juego que tiene una ambientación más que espectacular, con escenarios muy variados y que nos sumerge de forma excelente en África, aunque no consigue hacernos pasar miedo como l0 hicieron los primeros Resident Evil.



Por otra parte está el tema de la jugabilidad. Muchos critican a este Resident Evil 5 por sus enormes similitudes con Resident Evil 4, ya que el sistema de control apenas ha cambiado (salvo por la inclusión del stick derecho que, en mi opinión, es un acierto). Pero lo cierto es que Resident Evil 4 fue un grandísimo juego y esta quinta entrega sigue sus grandes pasos sin incluir demasiadas novedades a nivel jugable, pero transmitiéndonos esa misma sensación tan agradable (o angustiante, según se mire!!). Quizá para esta nueva generación deberían haber innovado radicalmente como lo hizo la cuarta entrega y es un echo en el que muchos no para de insistir, pero...¿era realmente necesario? La verdad es que para mi no. También mencionar que en las horas que llevo de juego ya he podido controlar una lancha motora por un pantano o disparar desde una ametralladora coloca en un jeep mientras Chris y Sheva huían en plena sabana africana de los aldeanos subidos en motos o camiones persiguiéndonos. Son situaciones que añaden variedad al producto y elevan aún más sus enormes cuotas de diversión.



En cuanto al apartado técnico no hay mucho que decir. Se trata de unos de los mejores motores gráficos de esta generación y eso se nota tanto en lo técnico (maravillosas texturas, grandes escenarios, efectos de iluminación impresionantes, agua, polvo, explosiones que parecen casi reales, modelado en los personajes tanto protagonistas y secundarios como en enemigos...) como en lo artístico (fantástico diseño de escenarios, situaciones o ambientación). En cuanto al sonido, dispone de una muy buena banda sonora capaz de introduciros en la más inhóspita África rodeada de unos sonidos tanto ambientales como producidos por los enemigos que son dignos de mención. Doblaje al inglés (con subtítulos en castellano) más que notable.



En definitiva, Resident Evil 5 desprende muchas situaciones de acción, con momentos muy memorables, jefes finales fantásticamente diseñados y, en general, una diversión a prueba de bombas. Tal vez no sea un Resident Evil en el sentido más estricto de la palabra (tampoco lo era el 4) pero en todos los niveles raya a un nivel sobresaliente y las sensaciones que ha despertado en mi son muy satisfactorias. Como he dicho, he jugado al juego unas 5 horas sin prisa y aún no he llegado a la mitad del juego, pero el tiempo jugado me hace esperar que lo que me falta no me va a defraudar, más bien todo lo contrario.